Detrás de las promesas de salarios exorbitantes en Polonia, se esconden jornadas de más de doce horas, en condiciones inhumanas y de explotación. Jorge se despidió un domingo en la tarde. Estaba feliz. “Gracias a Dios me dieron el contacto clave allá”, nos dijo con entusiasmo, al tiempo que anunció, en una semana partiría a […]