Álvaro Ruiz |
| No se concibe que una organización seria y respetable como el SUNET haya recibido como directivo a un ex fiscal de la CUT expulsado por sus cuestionables acciones. |
No lo entiendo y, definitivamente, no lo quiero entender. ¿De qué manera un alto número de sindicalistas comprometidos en recobrar la credibilidad del movimiento obrero, ven cómo en sus filas hay quienes traicionan la causa?. No puedo entender, insisto.
Me refiero al caso del exfiscal Luberney Mazuera González, expulsado en el plenario de la CUT de finales de septiembre. Una desvinculación deshonrosa después de un proceso meticuloso de la Comisión de Ética de la Central, en su Sub Directiva Valle del Cauca.
La votación por “sacarlo por la puerta trasera” fue del 95%. Organizaciones sindicales de todo el país se pronunciaron. Relievaron la valerosidad y transparencia de la Comisión de Ética y la posición firme y radical de la CUT en el territorio vallecaucano. Hasta ahí todo bien.
Incluso, el Sindicato de los docentes, el SUTEV, lo sancionó por un año. Sí, por un año. Algo grave, porque lo que había hecho era grave.
Sin embargo, para sorpresa de todos y horror de quienes anhelamos una purga de quienes desdicen de la lucha obrera, Luberney Mazuera González, aparece de nuevo en el escenario. Esta vez como Fiscal del SUNET, Valle del Cauca. Lo reencaucharon.
Atrás quedó el temor que rondó la cabeza de Luberney de quedar sin fuero sindical, sin esquema de seguridad—incluido el vehículo blindado—y el tener que asumir nuevamente cátedra en un colegio de secundaria. ¡Es que vivir bueno a costa de los trabajadores es asunto difícil de abandonar!
¿Y quién le hizo ese favor? Heriberto Pérez, presidente del SUNET Valle del Cauca. Sí, el mismo que se caracteriza por gritar consignas—puro cuento porque sus acciones desdicen de sus pretendidas posiciones–, y además, el mismo que hace dos años fue cuestionado en el Plenario de la CUT Valle del Cauca, por los manejos de los recursos. Recuerde que en esa época era tesorero.
Como en Colombia nadie es culpable hasta que no se le pruebe lo contrario, Heriberto se victimizó y terminó casi como héroe. Ante decenas de trabajadores pidió disculpas por no poder asumir el debate “ya que me siento mal del corazón, y me temo que sea un pre infarto”. Raudamente salió del plenario y todos preocupados. En síntesis, evadió el juzgamiento por el manejo de los recursos.
El asunto fue tan grave, que debieron cambiar de tesorero en la regional de la CUT.
Ese mismo personaje es el que le tiró el salvavidas a Luberney Mazuera González. Y aunque el SUNET es filial de la CUT, recibió en sus directivas a alguien expulsado por la CUT. Ironías de la vida. Cosas inexplicables. Y como dirían en mi pueblo: “Dios los cría y ellos se juntan”.
NOTA IMPORTANTE: Esta nota llegó al correo electrónico del SUGOV y la reproducimos, a la luz de la libertad de informar y ser informados que consagra la Constitución Colombiana, por considerar que es importante para la comunidad.
About Author
