SugovEl flautista de Hamelin llegó a la Gobernación para protestar
por el desaseo y mal estado de los ascensores
Los suaves acordes de la flauta rompieron esta mañana la tranquilidad, y mientras algunos se preguntaban qué estaba pasando, en las baterías sanitarias se produjo una conmoción porque las puertas querían arrancarse de sus goznes ante el cúmulo de cucarachas, bichos, ratones y ratas que presionaban por irse tras el encanto melódico. ¡EL flautista de Hamelinllegó a la Gobernación! Lo trajo el SUGOV.Es nuestra forma de protestar y de decirle a la opinión pública que los empleados no soportamos más los altos índices de desaseo en todo el edificio.
¿Y el personal de aseo del que se ufana la Administración de haber contratado? Un fiascototal. A través de la Cooperativa “Gestión y Servicios” se tercerizó la vinculación de 12 compañeros contratistas, de los cuales sólo aceptaron las condiciones 8. Cuatro sencillamente renunciaron. Quedan cuatro personas activas, pagadas con un salario de hambre. Pasaron de ganarse $1.200.000 a percibir únicamente la mitad, si tenemos en cuenta los descuentos de ley—la misma ley burguesa y represiva que nos tiene como como estamos–. Se les aumentó su tiempo de servicio acá—puro pensamiento neoliberal de explotar sin pagar con justicia social–, y para poner una fresa en el helado: Sólo estarán contratados hasta noviembre. ¿Para qué diciembre si Ubeimar ya se va?
¿Quién vive con $600 mil mensuales?¿Acaso el Gobernador Ubeimar, con toda esa labia mesiánicaque maneja y que dice ser del pueblo, habría aceptado ese salario de miseria, él que está acostumbrado a recibir mensualmente más de $15 millones?
Las baterías sanitarias están en mal estado, arrumes de basura en varios pasillos, hay filtraciones de agua en los pisos 2 y el mezanine, y no se puede acceder siquiera a los orinales porque hieden. La situación es tan verraca que de los 138 deportistas de la Gobernación que fueron a Pasto a competir en los Juegos Nacionales de Empleados Públicos, se enfermaron 48. ¿Comieron cuy? No, no los enfermó eso. ¿Acaso bebieron agua pastusa? Tampoco. ¿Entonces? Entraron a los baños de la Gobernación antes de irse y se contagiaron del peligroso virus blandonitis aguda, que se manifiesta con diarrea, vómito, mareos y hasta fiebres. ¡Es peor que el chicunguña! No sabemos a ciencia cierta, pero dicen que ni la Organización Mundial de la Salud ha encontrado la vacuna.
El flautista de Hamelin recorrió todos los pisos. Los empleados aplaudieron. “Buena esa, sugovianos”, gritaban. Y esa voz de apoyo, es la que nos anima a seguir luchando. A decirles compañeros y compañeras: No podemos quedarnos callados. Guardar silencio ante lo que viene ocurriendo en el Palacio de San Francisco, es abrir espacio para que nos sigan poniendo el pie encima. No protestar por el mal estado de los ascensores, es validarle a la Administración de Ubeimar que prefiera ponerse al día con los bancos antes que con los empleados.
Don Ramón y doña Florida también aplaudieron. Ellos están cansados de comprar ambientador, de su propio bolsillo, para disimular los malos olores por el desaseo y la basura que han venido tomando fuerza incluso en los pasillos.
Dicen las malas lenguas que en un piso muy alto del Palacio de San Francisco, alguien vibraba como atacado de San Vito ante los acordes musicales de la flauta, y que debieron contenerlo en su puesto y decirle: “No ahora, espere hasta diciembre”. Y con su alegre forma de protestar, el flautista de Hamelin se alejó; prometió volver cuantas veces sea necesario, y participar en la actividad de despedida que le preparan los empleados al nefasto y nunca bien recordado Gobernador—con quema de fallas, papayera y juegos pirotécnicos—finalizando el mes de diciembre…
Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca—SUGOV–.
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