Álvaro Ruiz |
| ¿Qué más espera la Administración para cambiar los ascensores de la Gobernación, que se produzca una tragedia? |
Se ha insistido una y mil veces. Hemos hecho perifoneo, publicado comunicados, incluso hablado con los dos últimos Gobernadores—el nunca bien recordado y que en su desfachatez quiere repetir en el Palacio de San Francisco—el bachiller Ubeimar Delgado, y la médica, Dilian Francisca Toro Torres. Les hemos dicho: “Los ascensores del Palacio de San Francisco son un peligro”.
Les presentamos, en su momento, un informe técnico del porqué debe tomarse una solución inmediata en el tema de estos aparatos, tan viejos como la moda de andar a pie. Pero como en la canción de Juan Luis Guerra “Cruzar el Niágara en bicicleta” nos responden siempre con un “Tranquilo, Boby, tranquilo”. Caramelo, mamadera de gallo, cuentos, promesas de que “Este año sí los arreglamos”. Y todo sigue igual.
Ayer tarde se produjo una tragedia en el Palacio de Justicia. Hoy todos hablan del tema. Por supuesto, se preguntan: “¿Qué estamos esperando en la Gobernación, que haya muertos?”.
Alguien comentó jocosamente en los pasillos –esta mañana–, que por algo tienen bien bonito el oratorio junto a los ascensores. Es para que todo parroquiano que los vaya a usar, se encomiende a todos los santos.
Otro más propuso que se coloque, a la entrada de cada uno, un letrero que diga: “Participe en un deporte extremo”, y se recaude por cada uno de los arriesgados usuarios, un dinerito que sirva para hacernos un buen aumento salarial el año entrante. No faltará quien, enterado de que montarse en los ascensores de la Gobernación puede ser una experiencia peligrosa, quieran probar.
Incluso, desde otros países—si promocionamos bien el asunto—podrían venir turistas a probar suerte, arriesgando la vida. Además incrementará el turismo, por supuesto.
Pero algo más: si la demanda es grande, les podemos también ofrecer los viejos ascensores del antiguo edificio de la Beneficencia del Valle, en la calle octava. Es cierto, no están operando, pero han llevado a que usuarios en situación de discapacidad, hagan una y mil maromas para llegar al último piso. ¿Está esperando la Administración Departamental que les metan una tutela y luego una demanda?
Con todo y eso, nos quedamos con una pregunta gigantesca cuyas letras son más grandes que el Palacio de San Francisco, y que dice: ¿Cuándo cambiarán definitivamente los ascensores de la Gobernación para evitarnos una tragedia?
La Gobernadora, Dilian Francisca Toro, y su equipo de colaboradores, tienen la palabra…
About Author
