Aunque los medios de radio, prensa y televisión quieren invisibilizar la realidad de lo ocurrido hoy, se trató de una movilización gigantesca en todas las ciudades, incluida Cali, la capital de la resistencia. Móvil sugoviano, con vallas gigantes y sonido atronador, acompañó la marcha.
Fernando Alexis Jiménez | Dirigente sugoviano
Hasta san Pedro está de acuerdo con defender las reformas sociales que favorecen a las clases populares. Lo vimos con una enorme bandera de Colombia, muy cerca de la Biblioteca Departamemtal. Sorprendido de ver más de veinte cuadras de marchantes. En su estandarte, una palabra: “Dignidad” Comprendimos entonces por qué el sol fue benévolo y las nubes evitaron que el calor se tornara demoledor.
Por supuesto, lo contundente de la movilización en Cali, Buenaventura, Palmira y Tuluá, así como en algunos municipios, no serán reportadas por los medios convencionales, vendidos a una derecha recalcitrante que se resiste al cambio. Pero las imágenes que circulan en redes sociales, hablan por sí solas: la gente salió a las calles. Y, de Bogotá, ni qué decir. La multitud desbordaba la plaza de Bolívar.
Si alguien pensó que el escándalo de Benedetti iba a empañar la enorme manifestación, se equivocó.
Un desplazamiento pacífico en todas partes, incluyendo en Cali, a los muchachos de primera fila que desfilaron con sus atuendos, escudos y la consigna: “Los colombianos no dejaremos que nos arrebaten el cambio.” Demostraron que lejos de esas voces destempladas que alguna vez se escucharon desde el Macondo de San Francisco, ellos no son unos vándalos, sino la encarnación de una juventud que le apuesta a un mejor futuro, para ellos y para sus hijos.
PARA EL PUEBLO LO QUE ES DEL PUEBLO
En la distancia, tambores, arengas y el inolvidable Piero con las estrofas de Para el pueblo lo que es del pueblo: “… Para el pueblo lo que es del pueblo, porque el pueblo se lo ganó. Para el pueblo lo que es del pueblo, para el pueblo liberación… al país lo remataron, y lo remataron mal. Lo partieron en pedazos, y ahora hay que volverlo a armar…”
En las calles estaban todos: los que tiraban piedras con caucheras hace ya bastantes años cuando eran estudiantes de Santa Librada o del Eustaquio Palacios y salían a protestar; los univallunos que marcaron la historia de la ciudad, y hasta el desmovilizado, que otrora remontó las montañas con un fusil al hombro, pero que hoy le apuesta a la paz y está comprometido con la construcción del nuevo país.
Todos en esa hermandad que nos une, no por un partido político, sino por la esperanza de ver una Colombia diferente, donde haya igualdad para todos.
HASTA EL PERRO DEFIENDE EL CAMBIO
La señora con su mascota: un labrador grande. Y la pregunta: “¿También marcha?” La respuesta de su propietaria: “Aquí hasta el perro apoya a Petro y a las reformas sociales”. Y se aleja gritando, a pulmón herido, que esta transformación que vive el país, no la arrebata nadie, aunque filtren grabaciones tendenciosas que solo comprometen a su protagonista.
Y concluye la movilización en la plazoleta de San Francisco. No sabemos si fue un detallazo de la administración en respaldo a los obreros, pero había una carpa gigantesca a cuyos alrededores, también se hicieron decenas de participantes.
Si alguien piensa que esta convocatoria nacional no estuvo concurrida, debe irse para donde el optómetra, porque definitivamente la presbicia lo va a acabar…
Los dejamos con imágenes de la marcha del 7 de Junio…