El suroccidente colombiano sigue duramente golpeado por el desplazamiento, ante la permanencia del conflicto.
Los días se sucedían como siempre, tranquilos. Una paz enorme en la ruralidad, donde a veces se confunden los días de semana rutinarios con un domingo o un festivo. El sábado es distinto: se va al pueblo, en jipeto Willis 1952 o en la tradicional chiva, a vender productos—si los hay—, o a comprar el mercado.
Son los tiempos que Jacinto Imbachi añora. Una época en la que, lo más ruidoso que se escuchaba, era a unos parroquianos alegando en la fonda de la vereda después de unas cuantas cervezas. Pero las grescas no iban a mayores. Si mucho, alguien con un ojo morado que, al día siguiente saludaba a su contendor en la finca, con el consuetudinario: “Cosas de tragos, vecino. Qué pena.”
Las cosas son diferentes hoy. El conflicto armado no cesa en los departamentos del suroccidente colombiano.
En el caso de Nariño, se han presentado en el último año al menos 33 eventos. De acuerdo con la Unidad de Víctimas y la Defensoría del Pueblo, se ha registrado el desplazamiento de 16.137 personas en migraciones masivas y 4.788 por desplazamientos individuales.
En el papel quizá no se aprecia la magnitud del drama. Se puede dimensionar cuando se ve a hombres, mujeres y niños en romería, llevando pesadas maletas en la espalda, unos en búsqueda de sus familiares y otros, enfrentando la incertidumbre de no tener un destino.
La sonrisa se borró del rostro de Jacinto Imbachi. Añora su finca, los fines de semana en la tranquilidad de la cabecera veredal o en la fonda o visitando a los Rosero, a los Jiménez y a los González allá en sus propiedades. O quizá viendo caer la noche, sentado en el alerón de la casa, tomándose un café.
La Paz Total es necesaria, para que los campos vuelvan a florecer… Por Jacinto, por Martha, por Amparo, por José Antonio y muchos más, que cese el conflicto…
NOTA IMPORTANTE: El presente texto forma parte de la habitual columna semanal que publica el autor en la edición dominical del Diario del Sur. Se trata de un periódico que circula en formato impreso y puede ser consultado vía web.