El 19 de septiembre las principales ciudades del país se vieron inundadas por ciudadanos que reclamaron el respeto a la institucionalidad y a la democracia. Los promotores golpistas recibieron una respuesta contundente del pueblo.
Por Fernando Alexis Jiménez | Fotografías: Luis Eduardo Carvajal y Guillermo Sánchez
Lo advirtió el presidente Petro en Armenia, en el marco del Encuentro Nacional de Medios Alternativos: “El golpe de Estado que algunos quieren, no es imaginación. Es real. Y si no logran hacerlo, acabar con la vida del Presidente en menos de tres meses.”
Las señales de alarma están encendidas hace rato. Pero ahora pareciera que el asunto se está complicando. Algo inconcebible en un país de tradición democrática como es Colombia. Si no están conformes con el gobierno, particularmente los “cacaos”, pues salgan a la calle y exprésenlo.
A diferencia de otras épocas, en esta vigencia gubernativa se legitimó la protesta social. Ya no hay represión, ni heridos o ciegos por las balas de goma, cuando se sale a marchar.
Pero una cosa es manifestarse y otra, bien diferente, ambientar las condiciones para un golpe. Quisieron hacerlo con los paros camioneros, pero no resultó.
Ya bastante tenemos con la polarización que estamos viviendo, como para agendar la desestabilización del gobierno. Eso es lo peor que nos puede ocurrir.
LA RESPUESTA EN LAS CALLES
El 19 de septiembre las principales ciudades del país se vieron inundadas por ciudadanos que reclamaron el respeto a la institucionalidad y a la democracia. Los promotores golpistas recibieron una respuesta contundente del pueblo. Se cerraron filas alrededor de la defensa del Cambio.
Cali no fue la excepción. La movilización fue multitudinaria. Obreros, estudiantes, campesinos, comunales y sinnúmero de expresiones populares se dieron cita en el Parque de las Banderas, recorrieron la calle quinta y llegaron al centro.
El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle—SUGOV—participó activamente de la marcha, a través de su dirigencia y afiliados.
Luis Fernando Jaramillo, dirigente de la CUT Valle, expresó su sorpresa y entusiasmo ante la masiva participación ciudadana. “Todos le estamos apostando al cambio y está claro que los colombianos no dejarán solo al presidente.”
SERÍA LO PEOR QUE PODRÍA OCURRIRNOS
El presidente de la CUT a nivel nacional, Fabio Arias Giraldo, enfatizó que una avanzada golpista es lo peor que le puede ocurrir a los colombianos. “En las calles expresamos nuestro descontento por esta intentona de quiebre institucional del país, que llevaría exactamente al rompimiento del período constitucional de Gustavo Petro”, enfatizó.
Como SUGOV, nos identificamos con el dirigente de la Central. Todavía no nos reponemos de los más recientes asesinatos de líderes sociales y, un golpe de facto, traería como consecuencia la desaparición, tortura y asesinato de líderes populares y sindicales.
Ya ha ocurrido en otras épocas, no solo en Colombia que vivió el arribo de Gustavo Rojas Pinilla, el militar que derrocó al presidente Laureano Gómez el sábado 13 de junio de 1953, sino en otros países latinoamericanos.
Las fuerzas armadas arremeten contra el pueblo y quienes lucharon por mejores condiciones de vida para todos, terminan en fosas comunes o asesinados al voltear de la esquina. Los colombianos no queremos esa pesadilla. Por eso, en las calles y en unidad, dijimos: “No al golpe de Estado”.
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