Álvaro Ruiz |
| En el afán desmedido por fortalecer su grupo político, la Gobernadora alimenta la tercerización laboral en el Palacio de San Francisco y sacrifica las obras que necesitan los vallecaucanos. |
Gracias a que la Gobernadora se encuentra empecinada en fortalecer la contratitis, hay menos obras para los vallecaucanos.”
La Gobernadora Dilian Francisca Toro pasará a la historia al menos por tres razones: La primera, por tener los índices más bajos de popularidad. Solo el 44%, según la última encuesta de Gallup. La segunda, por una reorganización administrativa (realmente una reforma disfrazada) que resultó ser el pretexto para desvincular funcionarios a cuenta gotas o eliminar cargos bajo el argumento de que no eran necesarios, y tercero, de la mano con ese adefesio, será recordada por impulsar la nómina paralela más alta de la historia al tiempo que recorta con esa acción, los recursos con los que debería ejecutar obras.
Los contratos exceden el número de 3.000, en los niveles central y descentralizado. Para ser específicos, en la Gobernación hay 912 empleados de planta mientras que los contratistas son 1.120. En algunos casos y cuando hay convenios interadministrativos, como los que tiene con el PNUD, vincula también gente cercana a su movimiento político. Nos preguntamos: Si dijo que la pretendida reorganización administrativa era para sacar gente que no se necesitaba, ¿por qué ahora vinculó muchísima más? La situación es tan grave, que un escritorio y un computador lo comparten hasta tres personas.
En la Unidad de Rentas hay 128 contratistas; en la Oficina de comunicaciones, 15; en la Secretaría de Hacienda, 114; en Protocolo, 8; en la Secretaría de Salud, 287; en la Oficina de Control Interno, 18, en la Secretaría de Vivienda, 26, en la Secretaría de Paz, 11; en la Secretaría de las Tics, 49, en Control Disciplinario, 6, en la Secretaría de Educación, 116, en el Departamento Administrativo Jurídico, 58; en la Secretaría de Turismo, 13; en la Oficina de Gestión del Riesgo, 27; en la Oficina de Transparencia, 42; en la Secretaría de Agricultura, 36, en el Departamento Administrativo de Desarrollo Social, 21, para poner solo unos ejemplos.
Los contratos oscilan entre los $3 y los $8 millones y se han detectado contratos que están por encima de los techos de ley.
Si necesitan personal, que lo vinculen con todas las garantías
¿Tenemos algo contra los contratistas? N absoluto. Por el contrario, somos conscientes que ellos necesitan trabajar. Lo que no compartimos son dos cosas: la primera, que si los necesitan, que los vinculen oficialmente en la planta como dicen las Sentencias de la Corte Constitucional y los postulados del trabajo decente, para que tengan derecho a todas sus prestaciones de ley. De lo contrario, seguirán jugando con su necesidad, dándoles contraticos de 3 y 6 meses.
El segundo aspecto es que los recursos no deben sacarlos por el rubro de inversión, lo que impide que se ejecuten obras para los vallecaucanos, sino por el de funcionamiento. Entendemos que la triquiñuela la hace habilidosamente la Gobernadora para no afectar el indicador de desempeño de la Ley 617. En síntesis, el sacrificado es Juan Pueblo. Más contratistas para fortalecer la maquinaria política y menos ejecutorias en los municipios.
Irónico que fortalezcan la Nómina paralela al tiempo que 4 compañeros de Corpocuencas llevan 8 meses sin sueldo, y grave que por alimentar la “contratitis”, no haya cumplido con el punto adicional que prometió desde el año pasado. No hay plata, lo entendemos, porque la Gobernadora está empecinada en fortalecer el clientelismo.
Junta Directiva
Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca—SUGOV–,
Nota Importante: Compañero empleado, ayúdenos a difundir esta nota en sus redes sociales. También, visítenos en nuestro Blog www.sugov.co
About Author
