Millares de colombianos inundaron las calles el pasado 27 de septiembre, en la que se considera, una de las movilizaciones más grandes de las ultimas décadas. Ni siquiera los medios pudieron ignorarlo.
Para poner un solo ejemplo: se estima que 35 mil marchantes llegaron a la Plaza de Bolívar, en Bogotá. La multitud desbordaba el espacio y en los costados, había grupos grandes siguiendo las actividades culturales, a través de pantallas gigantes.
“Nadie nos obligó a marchar, lo hicimos por convicción”, dijo una mujer de casi setenta años. Lo hizo ante la televisión nacional. Esa imagen le ha dado vuelta al mundo, en los reportes de prensa y de medios como CNN y BBC, proclives a criticar el gobierno del cambio.
TODO EL PAÍS SE MOVILIZÓ
Pero no fue solo en la capital colombiana. En todas las ciudades y municipios, los ciudadanos salieron a marchar. Lo hicieron con tres propósitos: reafirmar el respaldo a las reformas sociales que cursan en el Congreso, rechazar de manera categórica un eventual golpe de Estado del que han filtrado información los organismos de inteligencia y, también, para pedir que cese el asesinato de líderes sociales.
Al intervenir en la plaza pública, el presidente Gustavo Petro, llamó a un acuerdo nacional en el que los colombianos no se destrocen–algunos animados por intereses partidistas–, sino que unan esfuerzos para sacar adelante los cambios que reclaman los menos favorecidos.
Las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) también estuvieron incluidas en el discurso del mandatario Gustavo Petro. Aseguró que van por buen camino y que espera que el próximo gobierno sea progresista, para que continúe con lo establecido en su administración.
“El ELN ha llegado a un punto de negociación que nunca había alcanzado en su historia. Estamos a punto de llegar a lo que se llama el punto de no retorno, ese acuerdo de paz que está a punto de lograrse, ojalá se logre, será una señal para todas las gentes que ejercen violencia en Colombia hoy, una señal fundamental. Los tiempos de la violencia han terminado”, sostuvo el presidente.
EL VALLE DEL CAUCA DIO EJEMPLO
Y aun cuando algunos en el Palacio de San Francisco dijeron que esa marcha iba a terminar en asonada—tenemos copia del Chat—fue todo lo contrario. La movilización que inició en la Estación del Ferrocarril y concluyó en la Plazoleta de San Francisco, fue una fiesta con aires de carnaval en defensa de la vida.
La dirigencia sugoviana participó, como era de esperarse. Lo hicimos bajo el convencimiento de que es “Ahora o nunca”, es decir, que esta oportunidad de cerrar la brecha social, bajo ninguna circunstancia podemos perderla.
También Buenaventura y Palmira, desbordaron las calles. Aquí se marchó por convicción, porque creemos en un nuevo país, con igualdad de oportunidades para todos. Más notas del mismo autor aquí