Sugov
Frente a la realidad de una Administración faltona y arbitraria, queda la movilización. Este año, ¿para qué sentarnos a negociar un Petitorio? La alternativa es volcar nuestros esfuerzos únicamente hacia la reivindicación salarial y recuperar los puntos perdidos en el 2014, y por supuesto, los que propongamos para el 2015.
Por Fernando Alexis Jiménez
Definitivamente la Administración del Gobernador Ubeimar Delgado resultó una Caja de Pandora. Cada vez que se abre, trae sorpresas desagradables y lesivas para la clase trabajadora. Ahora y tras negar en el pasado proceso de negociación del Pliego Petitorio que iba a propiciar la salida de empleados de manera irregular, violentar la Carrera Administrativa y fortalecer el esquema de “libre nombramiento y remoción” que sólo favorece la politiquería, inició el año con la desvinculación masiva de compañeros y compañeras en proceso de jubilación pasando por encima de la normatividad vigente e incluso sentencias de la Corte Constitucional y Convenios con la OIT.
Su arremetida contra la clase trabajadora reafirma que ha sido el Gobernador que más atropellos ha impuesto en toda la historia de la Gobernación.
Esta “velada” Reforma Administrativa subestima a hombres y mujeres que le dieron lo mejor de sus años de vida al servicio del Departamento, y desconoce las más elementales consideraciones a la dignidad humana, y los echa al asfalto para que engrosen el enorme listado de colombianos que se preguntan dónde está la justicia.
Puede que no alcancemos a dimensionar el drama de estos compañeros, pero es muy grave ya que salen a enfrentar la vida sin un peso porque que no tienen Resolución de Pensión y, por supuesto, sin asomo de que se les incluya en la Nómina de Pensionados.
A la insensibilidad que caracteriza a este Gobierno se suma la irracionalidad y la barbarie, porque estamos hablando de seres humanos, no de meras fichas de un juego político en el que salen ellos para dar cabida a “gente nueva” que aporte votos así deban salir apenas se posesione el nuevo mandatario o mandataria.
Esos despidos unilaterales–prueba fehaciente de que tratamos con un gobernante atrabiliario–, que se burlan de Sentencias como la T -1037/2003 y T682/12, ponen en evidencia que en este último período el Valle del Cauca ha sido uno de los Departamentos más golpeados por la clase política; no de toda sino del grupúsculo que hoy detenta el poder y quiere aprovechar hasta último momento su “cuarto de hora”.
Lástima que los vallecaucanos estemos viviendo esta “película de terror” porque, aunque nunca he ocultado mi militancia en la izquierda, debo reconocer que ha habido políticos de derecha que respetaron —tal vez a regañadientes–los derechos de los trabajadores. Pero en esta ocasión, lo que hemos visto es arbitrariedad a ultranza contra la clase trabajadora.
¿Para qué sentarnos a negociar este año?
Sobre esa base formulo de nuevo la pregunta fregona que he venido preconizando: ¿Para qué sentarnos este año a negociar un Pliego Petitorio con una Administración faltona y atropelladora? Se acuerdan puntos que la Administración no cumple, y si lo hace, es cuando lo tiene a bien, es decir, cuando le da la gana.
Antes que sentarnos a negociar y participar de un tinglado en el que las promesas las conocemos de memoria, los empleados deberíamos volcar nuestros esfuerzos en ejercer presión sólo por el punto salarial y, mediante movilizaciones, recuperar este año los tres puntos que perdimos en el 2014 cuando la Administración nos impuso el miserable 2.94% y defender el ajuste e incremento que propongamos, en unidad, para este 2015. ¡Es ahora o nunca!
Lo dejo una vez más para la reflexión: No sentarnos a negociar Petitorio sino enfocarnos en la reivindicación salarial con acciones que evidencien la unidad de los empleados en pro de la defensa de nuestro reconocimiento y dignidad como funcionarios estatales.
NOTA OBLIGATORIA:
La presente columna refleja el pensamiento del autor y no interpreta, necesariamente, los criterios del movimiento sugoviano.
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