Nos volvieron a dar garrote antes de terminar el año |
Por Fernando Alexis Jiménez
Luego de una puja en la que tuvieron más fuerza los negociadores que representan a la clase empresarial y tras no llegar a un acuerdo, nuevamente el Gobierno Nacional saca el as debajo de la manga al definir por Decreto el ajuste salarial para el 2017, fijado en un 7%.
Quienes perciben el mísero “salario mínimo”, recibirán desde el 1 de enero 48.261 pesos más ya que la remuneración mensual pasará de 689.455 a 737.717 pesos. En total, si se suma el subsidio de transporte, la cifra es de 820.857.
Un nuevo golpe a la clase trabajadora, teniendo en cuenta que sobre todos los colombianos pesa una reforma tributaria que grava el IVA en un 19%, tres puntos más de lo que se venía pagando, al tiempo que los primeros incrementos para echar por tierra el nuevo salario, se reflejarán en los alimentos, la educación y los pasajes.
En ese largo proceso de diálogos las centrales obreras, con excepción de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que bajó hasta el 12 por ciento su solicitud, cedieron en 37.920 pesos sus aspiraciones iniciales, al bajar del 14 al 8,5 por ciento, y los empresarios mejoraron su oferta del 6,5 al 6,7, primero, y días después hasta el 7 por ciento.
Como se recordará, en el 2014 el ajuste salarial fue del 4,7% mientras que en el 2016 del 7% y repite el mismo guarismo, que no sirve de nada.
Para que se hubiese recuperado la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora, el ajuste e incremento salarial debió ser de un 17%, con lo cual se podría hacer frente a las consecuencias demoledoras para el bolsillo de los colombianos que se derivan de la reforma tributaria.
Así las cosas, horas antes de terminar el año, de nada vale que sume, reste y divina. Este nuevo “aumento” no servirá de nada. Y aprenda algo: cuando convoquen a movilizaciones, compañero obrero, no se quede en casa. Es la única forma, en el marco de la legalidad, como podemos expresar nuestra inconformidad y hacer temblar los cimientos de una clase política y gobernante que no quiere quitarnos el pie de encima.