SINDICATO UNITARIO DE LA GOBERNACIÓN DEL VALLE DEL CAUCA
NOSOTROSCONTACTO 26 Dic, 2024

La Colombia del post-conflicto debe ser agraria


La Colombia que se avecina, terminado el conflicto armado, debe ser rural. Debe fortalecer el campo

Por Fernando Alexis Jiménez

En tan solo veinte años el panorama ha cambiado en Colombia, que pasó de ser una nación auto sostenible para convertirse en un país que importa un gran volumen de lo que consumen sus habitantes. Por ejemplo: Pese a ser productor, Colombia ha dejado de exportar alrededor 45.000 toneladas de plátano e importa el 100% para consumo interno proveniente de Ecuador.

Esta situación ha llevado a que en el Urabá antioqueño alrededor de seis mil personas queden sin empleo. Son seis mil familias viviendo el drama de “ponerle la trampa al centavo“. ¿La razón? Según las cifras de exportaciones agrícolas del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el país pasó de exportar cerca de 156.000 toneladas en 1999 a algo más de 110.000 en el 2010.

Progresivamente Colombia ha ido perdiente ventajas en los mercados internacionales y hoy depende de terceros para abastecer su propia demanda.  Guatemala y Perú nos están sustituyendo en el mercado exterior porque para Uribe y luego para Santos, estimular el campo no ha sido una prioridad, y para los cultivadores resulta más rentable irse a las ciudades a engrosar los cinturones de miseria y vender arepas, tamales o lotería para rebuscarse.

Otros renglones que preocupan son la producción de café, arroz y maíz que entre las décadas de los sesenta y setentas constituyeron renglones que hacían fuerte la economía de Colombia y generaban empleo en el campo.

A la política de importación–que se vio estimulada por los Tratados de Libre Comercio que se suscribieron con varios países–y la falta de subsidios a los insumos agrícolas y pecuarios, se suma otro factor que pesa mucho en la historia reciente: La violencia.

El fenómeno del desplazamiento campesino

El campo quedó abandonado porque si un campesino le vendía–obligado o no–una gallina a un guerrillero, los grupos armados contrarios les acusaban de auxiliadores de la insurgencia y les hacían pagar con la vida. Esta acción cruenta se convertía en sutil mensaje a sus vecinos y les notificaba de manera subliminal a sus familiares, que debían abandonar sus fincas. Esa decisión de irse a las ciudades enriqueció a unos pocos latifundidas que ofrecían a precio de huevo, compra de las chacras. Era tanto como recibir unos cuantos pesos por el terruño o resignarse a perderlo todo.

¿Debería Colombia estar atravesando por una crisis en el campo, la más grande de Latinoamérica como insiste Eduardo Galeano en uno de sus más recientes ensayos?

Tan solo en el Valle del Cauca hay más de 300 mil desplazados por la violencia, más del 60% de ellos provenientes del Chocó, Cauca, Nariño y Putumayo, quienes se han asentado en las cabeceras de Buenaventura, Cali, Palmira y Jamundí, principalmente. Internalmente nuestro Departamento ha experimentado olas de desplazamiento desatadas en las zonas rurales de Buenaventura, Palmira, El Cerrito, Buga, Dagua, San Pedro y Tuluá.

La Colombia rural del post conflicto

Sobre esa base soy un convencido que si hay un post conflicto, debe estar signdado por un fortalecimiento del campo. La Colombia posterior a la guerra debe ser agraria, campesina. Los polos se deben invertir y si hoy el 80% de la población reside en las ciudades, el 20% que habita el campo debe convertirse en un segmento que crezca.

Las negociaciones de La Habana y las que se establezcan con el ELN y los reductos de otras organizaciones como el EPL, deben tener como eje transverar estímulos para el campo, garantías para los cultivadores y el establecimiento de cadenas de comercialización que desestimulen la intermediación que convierte un racimo de plátanos de $2.000 a $12.000 cuando está en la plaza de mercado.

Adicionalmente una revisión del Estatuto del Trabajo que reconozca las horas extras y jornadas especiales de domingos y festivos ya que en el campo no ha limitación de sudar la camiseta ocho horas, lo que favorece la explotación de los campesinos.

La Colombia del post-conflicto debe ser, además, una nación que vuelque sus esfuerzos por exportar antes que por importar, y que entre a revisar los Tratados suscritos con otros países con el fin de que las cuotas pactadas, favorezcan la comercialización de nuestros productos en otras tierras…

¿Ha pensado acaso en lo que significará la Colombia del Post-conflicto también para usted?

NOTA OBLIGATORIA: El presente artículo expresa el pensamiento del autor y no necesariamente encarna al movimiento sugoviano.

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El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .


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