Sugov
Por Fernando Alexis Jiménez
La muerte de 83 niños wayú en la guajira colombiana, es una vergüenza no solo nacional sino internacional el pleno siglo XXI.
Con esa cifra, absurda, irónica e inverosímil en un país que se precia de estar a las puertas de ingresar a la OCDE y de tener posicionamiento global a nivel comercial, se cierra el 2016.
Los principales casos se registraron en Uribia y Manaure, los puntos de más alta concentración poblacional. Las cusas son comunes: la falta de agua potable y la desnutrición.
Los principales casos se registraron en Uribia y Manaure, los puntos de más alta concentración poblacional. Las cusas son comunes: la falta de agua potable y la desnutrición.
No es un problema de ahora. Lleva muchas décadas. Siempre se han prometido soluciones, nadie hace nada, todo permanece igual.
La cifra es alarmante, sin duda. Son 83 pequeños que perecieron en extremas condiciones de marginalidad en un país como Colombia, que ocupa el nada honroso 83 de corrupciónentre 168 evaluados, es decir, está en la mitad y por encima de potencias como Estados Unidos, Rusia y China. ¡Lamentablemente esa es Colombia, la nación que deja morir a quienes podrían ser sus futuras generaciones!
La muerte de 83 niños wayú en Colombia constituye un reto para un territorio que aspira construir un proceso de paz.
Una República en donde se compromete a la insurgencia para que busque soluciones desde el campo político y no con las armas, vía a través de la cual procuraban eliminar la brecha social que lleva muchos años y que cada día se hace más profunda.
La muerte de 83 niños es también una tremenda bofetada no solo al país sino a un Departamento como el Valle del Cauca, en el cual se sobrefacturaban medicamentos por más de $7.000 millones en el HUV, privando a millares de personas de recibir una fórmula oportuna y justa.
En un momento como el actual, cuando se hacen balances entusiastas sobre cómo concluye el año, no podemos olvidar que hay puntos negros, vergonzosos, y uno de ellos: la muerte de 83 niños wayú en la Guajira.
NOTA IMPORTANTE:El presente artículo expresa el pensamiento de su autor y no compromete la apreciación que, sobre el particular, pudiera tener el sindicato SUGOV.
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