Una decisión unilateral del alcalde de Cali, priva a los caleños y visitantes de un hermoso lugar, emblemático en la historia de la ciudad. La plaza está cercada por rejas.
Fernando Alexis Jiménez | Periodista y dirigente del Sugvov
A solo dos cuadras del boulevard del Río, en Cali, se encuentra la emblemática Plaza de Cayzedo. La diferencia de otras épocas, es que ahora se encuentra moribunda tras las rejas, por la decisión del alcalde, Jorge Iván Ospina.
Conrado Ramírez, quien vende libros cuidadosamente apilados en el piso frente al complejo de la DIAN, cuyos precios oscilan entre los $2000 y $10000, dependiendo del autor, lamenta lo que está ocurriendo. “Lástima que están dejando morir uno de los orgullos de la ciudad y que el propio alcalde no ha escuchado el clamor”, asegura quien, sin tener un título profesional, es considerado un hombre culto, de tanto leer. Un moderno Quijote a quien no se le ha secado el cerebro por devorar clásicos de la literatura.
LOS ARGUMENTOS DEL ALCALDE
El argumento del mandatario es que ese espacio, en pleno centro de la ciudad, concentra negocios de chucherías, es asiento de los nefastos gota-a-gota y vitrina de la prostitución.
Se consiguen damas que ejercen el oficio más antiguo de la historia, desde $30000. ¿Económico el asunto? Puede que sí, pero lo más seguro es que deba correr a la farmacia para conseguirse unas cuantas dosis de penicilina…
La más famosa del lugar, María Luisa, prefirió buscar otro rincón para negociar sus servicios. Los asiduos de la Plaza de Cayzedo la recuerdan por sus curvas y pectorales que evocaban una diva de Playboy.
EL CIERRE POR CASI UN AÑO
En junio se completaría un año desde cuando los caleños fueron privados del privilegio de azotar las baldosas de la Plaza de Cayzedo.
Los pensionados, que invariablemente llegaban a las 8:00 am y pasaban la jornada arreglando el país y viendo pasar muchachas, pusieron el grito en el cielo; los concejales pidieron acabar con el secuestro de tremendo monumento caleño y los turistas se asomaban a lo lejos, estirando el pescuezo como jirafas, para ver algo de uno de los parques más famosos de Colombia.
Otro segmento de los perjudicados, son los guías turísticos. Raúl Potes, quien ostenta el título certificado por el Sena, reconoce que los controles son buenos, pero desde su perspectiva, esta nueva alcaldada de Jorge Iván Ospina, no tiene nombre.
“Por la plaza de Cayzedo circulan diariamente no centenares sino miles de personas, yendo y viniendo en alguna dirección del centro de Cali. Hoy ya no pueden, como otrora, disfrutar del lugar”, dice. Y es cierto, para evocar ese espacio histórico, toca ir a los viejos álbumes donde se aprecian muchas personas recorriendo el enorme parque, al amparo de las palmeras.
La Plaza ha tenido varios nombres, desde que se construyó hace ya dos siglos. Se le denominó Plaza Mayor hasta 1813, cuando cambiaron su nombre por Plaza de la Constitución. En 1913 le fue dado su actual nombre en honor al prócer de la independencia del Valle del Cauca y mártir caleño Joaquín de Caicedo y Cuero. Hoy agoniza en los recuerdos por voluntad de la administración municipal…
@FernandoAlexisJiménez