Compañeros obreros de Cadbury Adams siguen resistiendo, en una lucha que se acerca al mes mientras que todo apunta a que el Ministerio del Trabajo—como siempre—avala este tipo de masacres laborales.
Por Fernando Alexis Jiménez
Con más de veinte días de resistencia a las afueras de la empresa Cadbury Adams, los 539 trabajadores despedidos bajo el argumento mercantilista de que “no hay buenas ventas y la maquinaria está obsoleta”, lejos de dejarse agotar por la intransigencia de los empresarios, siguen firmes y dispuestos a dar la pelea hasta el final.
El SUGOV ha hecho presencia permanente en las carpas de los compañeros de Sintracadbury Adams y la respuesta que obtiene siempre es “Vamos para adelante porque para atrás asustan. Primero se cansarán los empresarios que nosotros. Estamos decididos a seguir en la batalla”.
Gerardo Aguilar, vicepresidente de la organización sindical, es enfático al asegurar: “Es mentira que la producción haya disminuido, porque las bodegas están llenas. En relación con el atraso tecnológico se suplía con el talento humano como lo hacen otras empresas del ramo”.
Los balances de la empresa reflejan que no solo hay rentabilidad sino que además, no están en quiebra. “Por eso le estamos pidiendo al Ministerio de Trabajo que intervenga y explique qué es lo que está pasando. Ni la producción ni las finanzas de la empresa están comprometidas y tenemos el derecho a saber por qué se tomó esta decisión”, asegura el compañero Aguilar, al calor de un cafecito tinto preparado junto a la carpa de la resistencia obrera.
Dispuestos a resistir
Ninguno de los trabajadores evidencia gestos de derrota; por el contrario, dibujan una sonrisa cuando expresan su disposición seguir en la brega para trazarle a los obreros de Colombia una ruta: Que la lucha asegura la victoria.
“Aquí los trabajadores sindicalizados no van a firmar acuerdos o indemnizaciones, porque aquí lo que hay es un atropello. La única petición es recuperar los puestos de trabajo” asegura por su parte el compañero, Ernesto Rojas, presidente Sinatrainagro, el otro sindicato de Modeléz.
Cabe recordar que Mondelēz International, hace presencia en 165 países, constituida en 2012 y administra las marcas de snacks, incluidas las que antes se conocían con el rótulo de Kraft Foods y Cadbury Adams, como Trident, Chiclets, Sparkies y Bubbaloo. Sus directivas anunciaron el cierre parcial de su operación en Cali, Valle del Cauca, donde está una de las plantas más grandes de América Latina y que exporta a 32 países.
¿Y el Ministerio del Trabajo?
Como se recordará esta factoría es propiedad de la compañía Mondeléz (antes Cadbury Adams), que la compró en el 2012. La decisión de protagonizar la masacre laboral obedece a argumentos meramente económicos, propio de empresarios con mentalidad neoliberal. Lo que importa es ganar-ganar, a costa del sudor de los trabajadores. Y cuando no hay ganancias “todos para la calle”.
El Ministerio del Trabajo hasta el momento ha guardado silencio en torno a la solicitud de la empresa para legalizar la cancelación “legal” de la contratación al tiempo que se ha iniciado el levantamiento del fuero sindical para los dirigentes. No quieren dejar cabos sueltos.
Un vocero de la oficina del Ministerio acá en Cali manifestó que ya hay una comisión trabajando en el tema y que en 90 días se darían a conocer posiciones sobre el caso. “Hasta el momento, lo que sabemos es que la empresa anunció la solicitud de permiso para la terminación de contratos de trabajo asociados a su planta de gomas y caramelos en Cali por problemas de rezago tecnológico y caída sostenida en el volumen desde el 2008”, dijo.
La empresa, con ese distintivo propio de los cobardes que golpean y se esconden, se niega a dar declaraciones salvo comunicados de prensa en los que dicen “están avanzando en los procesos legales”. “Esta es una medida necesaria e irreversible para garantizar la sostenibilidad del negocio en Colombia“, señala un aparte del más reciente comunicado de la empresa Cadbury Adams.
Empresas que se cierran y nada pasa
El cierre de la fábrica de Chiclets Adams en Cali se suma a otras tomados en los últimos años, y que han dejado en su conjunto a más de 2 mil trabajadores en la calle. El argumento siempre es que los negocios ya no están resultando rentables y que se encuentran al borde de la quiera o que, quizá, emprendieron la espiral sin fondo hacia la bancarrota.
En el 2011, la multinacional de alimentos estadounidense Kraft Foods Colombia decidió cerrar su fábrica después que se inundaron sus instalaciones mientras que en el 2013 se cerraron las plantas de multinacional Michelin decidió clausurar las plantas en Cali y Bogotá.
Ese mismo año la multinacional alemana Bayer anunció el cierre de su planta en la capital del Valle y dispuso su traslado a Centroamérica.
Ahora, resulta curioso que a pesar de sus argumentos de baja o mínima rentabilidad, estas empresas hacen presencia aún en el mercado con sus productos.
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El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .
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