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En el barrio Siloé no solo se enfrentan grandes retos, sino que también nacen sueños y se forman disciplinas y talentos. Es así como la orquesta Nativos Son es un ejemplo de como en la Comuna.
Por Luis Eduardo Carvajal | Dirigente del SUGOV
Siloé es un barrio referente de Cali, muchas veces nombrado en temas musicales, que se levanta en medio de las montañas al occidente de la ciudad, entre los Farallones, la Avenida de Los Cerros y las lomas de Cristo Rey y Bataclán. Unos dicen que nació en 1904, otros en 1920. Sea como sea tiene más de cien años y los viejos moradores dicen que la zona se comenzó a poblar con el asentamiento de familias mineras provenientes del viejo Caldas, en tiempos en los que, en la zona, había explotación carbonífera.
Luis Eduardo Bernal es el presidente de la Junta Administradora Local (JAL), hace medio siglo vive en Siloé. Recuerda que cuando llegó al sector, casi no había casas, pues la zona estaba rodeada de ejidos y potreros, las calles eran destapadas, al igual que las gradas y los caminos eran de herradura, por lo que no subían los carros, pero poco a poco fue llegando la gente.
GENTE ALEGRE
El abogado Máximo Cuero, uno de los residentes de Siloé, llegó en 1982. “Esto era una hermosura, yo llegué a un sector conocido como Tierra Blanca y me encontré con gente alegre y trabajadora y me sentí tan bien que decidí montar una oficina jurídica”.
Agregó que eran unos tiempos en los que la gente se desplazaba a caballo y se dedicaban a la construcción de sus casas; apenas uno se podía bañar en las casas, porque había que salir a las pilas a lavar la ropa y luego ir al río para subir agua para la comida y otros quehaceres del hogar.
“Eran unos tiempos difíciles, mientras que hoy en día, los jóvenes abren las llaves y tienen allí su chorro de agua.”
NACEN SUEÑOS
En el barrio Siloé no solo se enfrentan grandes retos, sino que también nacen sueños y se forman disciplinas y talentos. Es así como la orquesta Nativos Son es un ejemplo de como en la Comuna.
Jhon Jairo Lugo, Director de Nativos Son y habitante de Siloé, recuerda que Nativos Son se formó con 6 muchachos, la mayoría de los cuales vivían en La Sirena, vía La Fonda.
“Comenzamos a tocar en las fiestas familiares, interpretando música tropical, boleros o baladas, luego nos presentamos en reuniones comunales y empresariales y nos ha ido muy bien.”
Sí se habla de música alegre, hace un siglo vienen bajando por la ladera de Cali, las comparsas de los diablitos, que disfrazados con sus trajes rojos, bailan a ritmo de tamboras, anunciando la llegada de diciembre. Son unos diablitos, que no solamente están arraigados en la historia de Siloé, sino en la misma ciudad.
El director del Museo Popular de Siloé y líder cultural del barrio, David Gómez dice que, “los niños y jóvenes en la ladera tienen dos profesiones, los arrieros que han llevado los caballos con cargas para construir en la loma y ‘los diablos’, que es una tradición que nace en 1916, el único carnaval en el mundo, que tiene una duración de dos meses y 20 días en el tiempo”.
TIENE SU PROPIA ESTRELLA
De Siloé se dice que es el barrio más cerca del cielo y por eso tiene su propia estrella desde el 16 de diciembre de 1973, por lo que se le conoce como el pesebre de Cali: una loma empinada, repleta de casas que se visten de colores, donde también se alimentan sueños y esperanzas de tiempos mejores. Un barrio que se desprendió del corregimiento de Cañaveralejo, donde en lejanos años, la actividad era la explotación carbonífera.
Tal vez sean pocas las personas que saben que la estrella de Siloé se construyó inicialmente en guadua en 1973, cuando un profesor, pero cerrajero de profesión, llamado Alberto Marulanda les planteó a sus estudiantes, la posibilidad de erigir una gran estrella de David que alumbrara las calles del barrio.
Esto fue una excelente idea, pues en ese entonces, al llegar la noche, la oscuridad se apoderaba del sector, ya que las casas se alumbraban precariamente con velas o lámparas de querosene.
El presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Brisas de Mayo, José Narváez, tiene 72 años y manifiesta que cuando llegó a Siloé, allá por el año de 1981, la zona era un barrizal que no contaba con calles pavimentadas ni servicio de alcantarillado.
“Cuando llegamos con otros vecinos, hicimos un trabajo comunitario con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Comunitario, que nos facilitó los materiales para construir las casas,” recuerda.
DIFERENTES EXPRESIONES CULTURALES
Familias enteras compuestas por mineros y campesinos procedentes del Eje Cafetero, Cauca y Nariño, se comenzaron a asentar en Siloé a principios de la década de los 30. Esta diversidad de regiones lo convirtió en un territorio donde convergen diferentes expresiones culturales, según lo expresó Víctor Hugo Hurtado, gestor cultural del colectivo ‘Los Guayabales’, que está compuesto por jóvenes que viven en la comuna 20.
“Tenemos diseñada una ruta para que las personas conozcan a Siloé; entonces recogemos a los visitantes en la estación de Unidad Deportiva y las llevamos hasta el mirador ‘Yo amo a Siloé’, luego nos dirigimos a la estación del Mío Cable Tierra Blanca y por último a la de Brisas de Mayo. De allí emprendemos una ruta ecológica, que incluye la explicación de cuántas fuentes de agua existen en esta comuna, las especies de aves que se pueden encontrar en la ladera y los cuidados que debemos tener con las montañas y los árboles, incentivando siempre la preservación del medio ambiente”, detalló Víctor Hugo.
UNA HERMOSA HISTORIA
Levantar la mirada hacia la cordillera occidental y ver este tradicional sector de la ladera al que todos llaman ‘el pesebre caleño’, es sentir que estás en Cali. Pero observar a Cali desde la loma de Siloé y sus miradores naturales es distinto, la vista llena de murales y arte popular es única y de paso, puede conocer a su comunidad llena de historias, de gente luchadora y honrada que allá adentro, también se defiende de la violencia y las extorsiones. Ellos siguen apostándole a una vida mejor.
Hoy en día los jóvenes que conforman el grupo Cooperativo La Estrella han realizado un mirador para que toda la comunidad en general y el resto de mundo tengan la oportunidad de conocer la historia de Siloé y de este precioso lugar, porque la estrella es un símbolo de resistencia, es un símbolo de alegría. Como la resistencia que se vivió en el estallido social, que dio lugar a hechos que ya no quisiéramos recordar.
SIGNIFICADO DE UN NOMBRE
Bueno, pero qué significa Siloé, ese nombre que apenas se escucha, nos transporte a todos a Cali. Pues bien, Siloé es un nombre de origen hebreo que significa enviado. Aparece en la Biblia en Juan 9:7 haciendo referencia al nombre del estanque donde Jesús envío al ciego a lavar sus ojos para posteriormente recuperar la visión.
Lo cierto es que hoy en día, los jóvenes abundan en Siloé. Ellos han sido protagonistas de miles de historias, unas alegres, otras amargas, como cuando en el 2020, llegó la pandemia de la Covid-19 que paralizó todas las actividades en Colombia.
Pero a pesar de los tiempos malos y de que esta juventud tiene menos oportunidades cada día, los muchachos de Siloé, nunca pierden la esperanza en su futuro. Muchos se preguntan en ¿En Siloé hay delincuencia, hay vándalos? Por supuesto que sí, como hay delincuencia y vándalos en los barrios elegantes, por ejemplo, en Ciudad Jardín. Lo que pasa es que esta enfermedad social en Siloé es “arrabalera”, y en los otros barrios, es “elegante”.
Pero en uno y otro barrio, no toda la gente son vándalos y delincuentes, ni los delincuentes y vándalos exclusivamente son los jóvenes, aunque en algunas épocas, el barrio haya sido ‘satanizado’ por las autoridades. Nosotros preferimos hablar del Siloé alegre, el de los diablitos y la estrella, el de los muchachos que forman grupos musicales y son protagonistas de eventos culturales…
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