(Tomado de Escuela Nacional Sindical)
Pobreza y desigualdad:
El crecimiento económico del país beneficia más a personas de altos ingresos. La desigualdad no disminuye. En 2014 el índice Gini (que mide la concentración de la riqueza) fue 0,538. Bajó sólo 0,001 puntos con respecto a 2013.
La tasa de pobreza fue 28,5% (13´210.000 personas pobres). En las zonas rurales la pobreza es más alarmante: 41,4%. La tasa de pobreza extrema, o indigencia, fue de 8,1% (3´742.000 personas).
Generación de empleo e ingresos:
En 2014 el total de ocupados fue 21´503.000, o sea 2´290.000 nuevos ocupados con respecto a 2010. Más allá de este incremento, se debe analizar la calidad del empleo generado, que en mayor porcentaje ha sido en la informalidad.
Desempleo en 2013 fue de 9.6%, en 2014 de 9.10%. Cúcuta fue la ciudad con mayor desempleo (15,0%) y San Andrés la de menor (7,0%); para un total de 2’151.000 desocupados.
La mayoría de los ocupados, 51,8%, se caracteriza por ser no asalariados, esto es 11´130.000 personas, en su mayoría con empleos de baja calidad.
En materia de ingresos, el 48,7% de los ocupados tuvo ingresos de 0 a 1 salario mínimo legal (el 23,2% devengó de 0 a 0,5 smlmv; y el 25,4% de más de 0,5 a 1 smlmv). Esto como producto de la informalidad y subcontratación laboral.
Formalización laboral:
En el primer semestre de 2014 la tasa de informalidad laboral nacional, según acceso a la seguridad social, fue de 63,0%; en las 13 áreas metropolitanas fue 48,4%, o sea 5´076.000 personas. Esta es por lo general una población con deficiente calidad de empleo en cuanto a ingresos, estabilidad, negociación colectiva, jornada laboral y acceso a seguridad social. Cúcuta fue la ciudad con la mayor tasa de informalidad (70,7%) y Bogotá con la menor (43,7%).
El 46,6% de la población ocupada no tiene contrato de trabajo, 29,5% tiene contrato escrito, y 18,8% uno verbal.
La tasa de afiliación al sistema de pensiones fue 35,6%, cifra inferior en 6,4 puntos a la meta del gobierno.
Solo uno de cada 4 adultos mayores recibe pensión.
Enfermedad y muerte en el trabajo:
Sólo el 41,6% del total de ocupados (8´935.748) está afiliado al sistema de riesgos laborales. O sea que de 100 ocupados, 58 están por fuera del sistema. Además del total de afiliados solo 4,7% son trabajadores independientes.
En 2014 los accidentes se incrementaron 15,7% respecto a 2013, y esa misma tendencia se observó en las enfermedades laborales y las muertes en el trabajo. Se produjeron 580 muertes calificadas, mayoritariamente en sectores inmobiliario y construcción.
Las brechas de género:
En cuanto a la participación en el mercado laboral, la brecha entre hombres y mujeres no presentó cambios significativos: en 2014 fue de 22 puntos.
En el tema del desempleo, la brecha permaneció en 4,9 puntos a nivel nacional y en 7,0 puntos en zonas rurales.
En materia salarial, el 53,4% de las mujeres se concentró en el rango salarial de entre 0,0 y 1 smmlv, mientras que en ese rango está el 45,3% de los hombres. De las personas que recibieron más de 1,5 smmlv, solo el 36% eran mujeres.
Los jóvenes continúan en desventaja:
A pesar de los esfuerzos planteados por la Ley 1429 de primer empleo, la calidad de los empleos de los jóvenes no mejora. Colombia continúa con una de las tasas de desempleo juvenil más alta del promedio de América Latina.
En 2014 la tasa de desempleo juvenil fue 15,8%. Los jóvenes desempleados representaron el 51,1% del total de desempleados. Y a las mujeres jóvenes les va peor: tienen tasa de desempleo de más de 8 puntos por encima de los hombre jóvenes: 20,7% contra 12,2%, respectivamente.
Trabajo infantil sigue en altos niveles:
– La tasa de trabajo infantil fue de 9,3%, rebajó 0,4 puntos con respecto a 2013. La tasa ampliada, que tiene en cuenta a los niños, niñas y adolescentes que trabajaron en el hogar más de 15 horas a la semana, fue de 13,9%.
– 1´039.000 niños, niñas y adolescentes trabajan en Colombia. Los sectores en los que más lo hacen son: comercio, hoteles y restaurantes (38,2%); agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca (34,0%), e industria manufacturera (11,4%).
– El 53,1% de los niños, niñas y adolescentes trabajan sin remuneración; 22,9% reciben hasta 1/4 smmlv; 12,8% más de 1/2 smmlv; y 9,3% entre 1/4 y 1/2 smmlv.
Negociación colectiva sigue marginal
– En los dos últimos años se firmaron 432 acuerdos colectivos en el sector público, que beneficiaron aproximadamente 728.517 funcionarios.
– En 2014 se instauraron ante el Ministerio del Trabajo 50 querellas por uso ilegal de pactos colectivos, que es una estrategia de los empleadores para impedir la organización de los trabajadores, o evitar que los sindicatos se fortalezcan.
– Crecieron también los contratos sindicales, usados para mantener la intermediación ilegal y vulnerar derechos de libertad sindical. En 2013 se firmaron 964 contratos sindicales, y a julio de 2014 ya eran 819, la mayoría en el sector salud.
Crece la protesta sindical y laboral:
– En 2014 hubo 370 acciones de protesta, con predominio de las agrupadas como jornadas o manifestaciones, con 80,81%. Los ceses de actividades (paros y huelgas) representaron el 17,5% de las acciones.
La violencia antisindical persiste:
En 2014 se registraron 341 casos de violencia contra sindicalistas, discriminados así: 20 homicidios, 210 amenazas, 73 hechos de hostigamientos, 12 detenciones arbitrarias y 23 atentados de muerte, entre otras.
Los datos hasta aquí presentados dan cuenta, pues, del déficit que en el tema laboral y sindical tiene el Plan Nacional de Desarrollo “Prosperidad para Todos”.
About Author
Cali, Abril/58. Economista con estudios pos universitarios Universidad de la Habana-Cuba. Especialización Administración Pública UNIVALLE. Directivo Sugoviano y Líder Comunitario –JAC, Coordinador de Cuadra.
Escribe desde 1984, siendo su primer fragmento “Tristeza y Alegría”. Desde entonces no ha cesado de trazar unas cuantas líneas denominadas MI VOZ. Su escuela literaria su Tío el Escritor caleño Arturo Alape. Prepara compilación de sus trazos diversos pero unitarios: Imaginar Futuro como lo decía Galeano.
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