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| Trabajando duro en la elaboración del Pliego Petitorio 2016 |
Por Fernando Alexis Jiménez
Siempre he pensado que no hay reto más grande que tener una hoja de bloc en blanco frente a nosotros. Me ocurría cuando escribí para varios periódicos de la región, luchando contra el tiempo para publicar noticias o crónicas, y también en radio, cuando entró el computador a reemplazar la vieja máquina Remintong a la que estaba acostumbrado, en especial al tip, tip, tip de cada letra que oprimía furiosamente sobre el teclado mientras escribía.
Y ese mismo reto, de tener una hoja en blanco, fue el que asumimos al iniciar la elaboración del Pliego Petitorio del 2016. Una tarea nada fácil. Allí, reunidos en la modesta sede sindical del tercer piso de la Asamblea Departamental, nos dimos a la tarea de articular los componentes de cada petición, consultar Códigos, Circulares nacionales, leyes, Convenios de la OIT, y cuanto nos sirve de soporte para hacer los requerimientos.
–¿Cafecito recién colado?–, la voz de Juan Carlos. Y todos nosotros: “Claro, hermano. Entre más oscurito, mejor“. Para evitar el sueño, para distraer el cansancio, para seguir adelante en ese propósito de luchar por la clase trabajadora, aun cuando cada vez más comprendemos con resignación que es una tarea quijotesca, a la que no renunciamos por convicción y por terquedad.
Y la discusión apenas natural por algún punto, buscando que todo quede muy claro, muy preciso. Pero cuando algo está quedando muy bien, un movimiento involuntario, y se borró el texto, y todos: “Hermano, ¿qué le pasa? ¿No guardó?“, y a la reacción inicial, las risas, y a volver a comenzar. Y, de nuevo; “Yo recuerdo que el texto decía...”, y el otro: “No, eso no era así… creo que era…”, y dele por lo mismo.
Y poco a poco, el Petitorio va tomando forma. Una nueva revisión. Hago uno que otro apunte sobre ortografía y sintaxis. El viejo Yesid dice que mejor así, y tercia Álvaro, que le quitemos ese término, y Carlos: “No, que jurídicamente puede no ser bueno. Cambiemos esa palabra por esta otra...”
Un equipo. Con pensamientos distintos, expectativas diferentes, concepciones políticas opuestas, pero unidos en un solo propósito: Que las peticiones a la Administración Departamental encarnen las pretensiones de los empleados, y que en cada punto, pudiéramos contribuir a mejorar las condiciones laborales de todos los compañeros.
Puede que sólo sean expectativas, porque siempre los gobernantes quieren cortar las alas de los requerimientos que hacemos, pero le salimos al corte. Perseverando, beligerantes, confiando que quizá este año pudiera ser mejor. Eso lo mismo que pensamos siempre. Pero resistimos, avanzamos, no nos quedamos quietos.
Fueron tres días de trabajo intenso. Unidos. Estos cinco años de lucha nos han hermanado. Como siempre lo repetimos recordando la novela de Alejandro Dumas: “Todos para uno, y uno para todos”. Allí, firmes, como en las mejores escenas de los Tres Mosqueteros.
Concluye una jornada, pero lo verdaderamente complejo, apenas está por comenzar: La negociación del Petitorio. Y cierra el día, con un atardecer que cae melancólico sobre Cali, proyectando las sombras de los edificios como enormes gigantes, los mismos que combatía don Quijote de la Mancha, el caballero andante que creía en la justicia y en un mundo de igualdad para todos, como nosotros, los quijotes sugovianos…
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