Densos nubarrones comienzan a formarse en el horizonte y hay quienes dicen que amenaza tormenta para los migrantes ilegales en Estados Unidos.
Sólo después que recordé la historia de Lucía, la estudiante de bachillerato que viajó a Estados Unidos haciendo tránsito por “el hueco”, comprendí la preocupación de don Leonardo, el tendero de la esquina, tras conocer que Donald Trump ganó las elecciones.
Es la misma preocupación que dibujaba su rostro cuando la joven viajó a México y, junto con otros latinos, atravesó el río y luego, aventurándose por una amplia extensión desértica, emprendió camino hacia las tierras del norte.
Eso fue antes de diciembre de 2023, cuando las autoridades de Arizona identificaron y sellaron esa “ventana” en el muro fronterizo en Lukeville, por donde miles de migrantes habían cruzado.
La muchacha llevaba solo una muda de ropa, unos tenis, una gorra, una botella con agua y la ilusión gigantesca de vivir el sueño americano. Y lo logró. Atravesó la frontera. Aguantó hambre, eso sí, pero luego se desquitó comiendo hamburguesas, papitas fritas, bebiendo gaseosa y chapurreando el poco inglés que le enseñaron en la secundaria.
Para acompañar esa aventura de su hija, vendieron un congelador grande, un televisor y cuando podía tener valor. Además, reventaron el marranito de arcilla que venían alimentando con billetes de diez y veinte mil pesos.
En esa época le escuché decir: “Mi muchacha está bien. Trabaja lavando platos en un restaurante mexicano. Le pagan poco, porque no tiene papeles; pero ella dice que buscará algo mejor”, me dijo mientras me despachaba un pedido de víveres.
Ahora, con Trump a las puertas de asumir el poder en enero próximo, don Leonardo muestra de nuevo preocupación.
“Buena parte de su campaña la sustentó en que deportará a los latinos que les quitan la oportunidad de empleo”, me explicó y al escuchar sus palabras preñadas de zozobra e inquietud, entendí que tiene claro el panorama oscuro que se avecina para nuestros compatriotas ilegales. De todos modos, la espera en casa, en el barrio Brisas de los Álamos, de Cali.
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