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Hay impedimentos para la actividad sindical en Postobón. Los bloqueos son permanentes… |
(Tomado de Escuela Nacional Sindical).- No obstante ser Postobón una de las empresas más rentables del país (en 2014 tuvo utilidades netas por $102.131 millones), y ser firmante del Pacto Global de Naciones Unidas (que la compromete a respetar el derecho de asociación y los estándares laborales), las actuaciones que en los últimos años ha tenido esta empresa dejan mucho que desear en esa materia.
Esto lo afirma Carlos Alfonso Ortiz, presidente nacional de Sinaltrainbec, sindicato de la industria de alimentos y bebidas que tiene presencia en Postobón. El directivo detalló cómo esta empresa, reputada como una de las principales de América Latina, de propiedad de la Organización Ardila Lülle, ha impuesto un modelo basado en la tercerización laboral y contratos de corta duración, lo que ha tenido como consecuencia una inestabilidad laboral que bloqueado, cuando no llevado al límite de su extinción, a las organizaciones sindicales y sus convenciones colectivas.
El dirigente sindical mencionó en especial el caso de Gaseosas Luz, de Bogotá, donde no avanza la negociación del pliego petitorio que le presentó Sintragal, sindicato de base, cuya exigencia central es que se acabe la contratación a término fijo y los trabajadores sean vinculados a término indefinido. Es decir, que se acabe la inestabilidad laboral. La respuesta de la empresa a esa exigencia ha sido el despido y la no renovación de los contratos a varios trabajadores sindicalizados, y el anuncio de que lo seguirá haciendo.
En todo el país Postobón tiene más de 12 mil trabajadores, de ellos apenas unos 400 pertenecen a organizaciones sindicales, lo cual demuestra que su política de contratación le ha dado sus frutos en cuanto a evitar que a su interior peleche el sindicalismo, indicó Ortiz.
El dirigente recordó cómo en años anteriores (hasta la década de los 90) existían sindicatos fuertes en todas las plantas de la empresa y se respetaba el derecho de asociación. A partir de entonces ésta introdujo una política de pactos colectivos, contratación a término fijo mediante diversas formas de tercerización (empleo temporal, outsourcing, SAS, entre otros), acompañada de un programa de “planes de retiro voluntario” de los sindicalizados, con el objeto de menoscabar la membresía de los sindicatos, reducirlos al mínimo. Tanto que de los sindicalistas antiguos solo quedan unos 200 en la planta de Gaseosas Colombianas Bogotá. Así también acabó con Sintraluz, sindicato con presencia en las plantas de Gaseosas Luz en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Este sindicato desaparecido hace 7 años, al igual que su convención colectiva, señaló Ortiz.
En los últimos años han resurgido iniciativas de organización sindical. Sinaltrainal está en la planta de Hipinto Valledupar y Sinaltrainbec en Gaseosas Luz Bogotá, ambos sindicatos de industria. También han surgido sindicatos de base en las plantas de Barranquilla, Malambo y Bucaramanga. Pero frente a todos ellos la respuesta de Postobón ha sido la misma: despidos, no renovación de contratos a trabajadores sindicalizados y la persistencia en los pactos colectivos.
Por esa vía el año pasado despidió a 46 obreros en Malambo; en Valledupar no solo se negó a negociar pliego sino que hizo 8 despidos e inició un proceso de levantamiento del fuero a algunos directivos sindicales; en Hipinto Bucaramanga despidió 16 trabajadores, no negoció pliego y en cambio renovó el pacto colectivo. Por todos estos sucesos se han formulado quejas ante el Ministerio de Trabajo, pero no ha pasado nada con ellas.
“Ahora vamos a impulsar una campaña de denuncia por estas prácticas, nacional e internacional. Estamos recogiendo información y preparando un documento para denunciar la conducta de Postobón ante Naciones Unidas, organización ante la cual firmó el Pacto Global, que supuestamente la obliga a respetar unos principios fundamentales, entre ellos, la libertad sindical y los derechos laborales, pero que no está respetando”, señaló Ortiz.
Con 110 años de historia, Postobón es una de las empresas más antiguas del país. Ha sido pionera en el desarrollo de la mayoría de bebidas existentes en el mercado colombiano. En la actualidad cuenta con 66 sedes entre plantas de producción y centros de distribución, y participa en el ramo de las gaseosas, aguas, jugos, hidratantes, energizantes y té, con un portafolio de 35 marcas que llegan al 90% del territorio nacional.
El caso de Gaseosas Luz
El producto “Gaseosas Luz” como tal ya desapareció del mercado, pero quedó la vieja planta de Bogotá, hoy dedicada a la distribución de los productos Postobón, donde laboran unos 700 trabajadores.
Desde hace 7 años, luego de la desaparición del sindicato Sintraluz y su convención colectiva, la empresa incrementó la contratación para labores habituales y permanentes mediante agencias de empleo temporal y otras formas de tercerización. Y luego empezó a vincular parte de los trabajadores mediante contrato a término fijo. “Todo ello para evitar que volviera a surgir el sindicato”,manifestó Ortiz.
Como consecuencia, las condiciones laborales en Gaseosas Luz se deterioraron. Hoy los trabajadores apenas devengan el salario mínimo y $10 mil más, cuando en la planta de Postobón en Bogotá, y en otras empresas del sector (Coca Cola, Bavaria, Big-Cola) los salarios fluctúan entre $1´200.000 y $1´500.000. Además los beneficios sociales son mínimas con respecto a otras empresas.
“En vista de todo eso los trabajadores de Gaseosas Luz se han venido sindicalizando, sobre todo para exigir contratación a término indefinido. A lo que la empresa se opone de plano”, agregó Ortiz.
Así nació Sintragal, sindicato de base que hoy tiene 170 trabajadores. De ellos unos 110 también pertenecen, por doble afiliación, a Sinaltrainbec, sindicato de industria. La empresa les respondió con la misma fórmula: la no renovación del contrato a 5 trabajadores y el aviso de que lo hará con otros más, así tengan fuero sindical. Además no permite avances en la negociación del pliego de peticiones que le presento Sinaltragal. La etapa de arreglo terminará este lunes próximo, al parecer sin ningún acuerdo.
“La empresa aceptó sentarse a negociar para evitar la sanción, pero no propone ninguna solución en el tema de la estabilidad. No quiere cambiar su política de contratación”, dijo por su parte Edwin Londoño, presidente de Sintragal, quien enfatizó que el punto de los salarios, así sean malos, no es el más importante. “Si para lograr el contrato indefinido nos toca ceder en el punto salarial, lo haremos”, puntualizó.
Denunció que a principios de este mes la empresa despidió 6 trabajadores que llevaban entre 7 y 9 años de antigüedad y tenían hoja de vida intachable, solo porque se iban a afiliar al sindicato. “La empresa se enteró y no les renovó el contrato”, dijo, y manifestó su temor de que el 2 de abril de 2016, cuando venza el grueso de los contratos de los trabajadores, éstos no se renueven y con ello el sindicato se acabe por “sustracción de materia”.
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El Sindicato Unitario de la Gobernación del Valle del Cauca-Diverso pero Unitario, es una Organización Sindical de Industria y/o rama de actividad económica de primer grado y mixta, que tiene en su seno a Servidores Públicos adscritos en los Niveles Central-Descentralizado, EICES-ESES-de Nivel Dptal. y Funcionaros de Educación planta FODE .
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