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Macondo pervive en el imaginario del mundo entero. El lugar donde ocurren hechos inverosímiles que nos llevan a pensar. Una semblanza del escritor, Gabriel García Márquez y su realismo mágico.
Por Luis Eduardo Carvajal | Dirigente sugoviano
Exiliado en México por su reconocida militancia en la izquierda, filiación que era muy peligrosa en sus tiempos, el escritor colombiano Gabriel García Márquez, es el creador de uno de los pueblos más famosos de Colombia y el mundo: Macondo, escenario o referencia de muchas de sus novelas, entre ellas, la famosa novela “Cien años de soledad”
Nos referimos a un pueblo ficticio que, en su literatura mágica y fantástica, el laureado escritor, fundó para convertirse en uno de los máximos emblemas de su obra.
Tanto así, que son incontables las personas que en Colombia y el resto del mundo creen que realmente Macondo es un pueblo de verdad, un paraje caluroso y polvoriento, donde vuelan mariposas amarillas.
UN ESCENARIO NOVELESCO
Macondo es el escenario de las novelas más conocidas de Gabriel García Márquez, encabezadas naturalmente, por Cien años de soledad, Los Funerales de la Mamá Grande, La Hojarasca, La Mala Hora, el Coronel no tiene quien le escriba y Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo.
En este mundo mágico de Gabriel García Márquez, resulta interesante saber qué hace casi 20 años, en el año de 2005, se propuso cambiarle el nombre a Aracataca, el pueblo natal del escritor, por el de Macondo.
Fue un proceso impulsado por varios dirigentes locales con la finalidad de que, aprovechando la fama mundial de ese nombre, se activara la maltrecha economía de un municipio que se había declarado en bancarrota.
Fue un proyecto donde a pesar de sus buenas intenciones, tuvo una marcada influencia política por parte de la derecha que no le perdonaba a García Márquez, su condición de izquierdista.
Por lo tanto, los organizadores del proyecto, quienes pensaban en una aprobación sin problemas para que Aracataca se convirtiera en Macondo se encontraron con una férrea oposición. Esto dio lugar a la realización de un referéndum en desarrollo del cual la gente de Aracataca mostró un mínimo interés y, finalmente, la medida no fue aprobada. Lo que se logró un año después, gracias a un concurso organizado por varios medios de comunicación, es que Macondo fuera nominado como símbolo cultural de Colombia.
¿DE DÓNDE VIENE MACONDO?
De acuerdo con lo manifestado por Gabriel García Márquez, Macondo procede del griego.
También se afirma que Macondo era el nombre de la hacienda Nuestra Señora del Espíritu Santo de Aracataca de propiedad de Manuel Dávila, en tanto que también se menciona a una vereda Macondo, ubicada a media hora de Aracataca.
Del mismo modo, se señala que Macondo, y al parecer este sería el origen de la palabra en tierras americanas, es un sinónimo de origen bantú para plátano. Macondo provendría de makonde, que es el plural de likonde, voz con la que se designa al fruto prenominado en la milenaria lengua centroafricana y que literalmente significa ‘alimento del diablo’.
Como dato curioso habría que mencionar q ue Macondo es el nombre de un juego de azar común en las fiestas de esta región del departamento del Magdalena.
Se lo describe como una suerte de bingo que se jugaba con un trompo o pirinola que llevaba grabadas seis figuras en sus costados, una de ellas, y con la que se vencía en el juego, era justamente el grabado de un árbol macondo, de ahí el origen del nombre del juego.
Sin embargo, nosotros decimos que la más acertada definición de Macondo, naturalmente es la que hace el mismo Gabriel García Márquez en su autobiografía “Vivir para contarla”, de 2002, en la que afirma que «Macondo» era el nombre de una finca bananera cercana a Aracataca y que, sin tener certeza de su origen, le llamó la atención desde niño, pero solo de adulto descubrió que era por su sonoridad poética.
LUGARES PARA VISITAR CON NUESTRA IMAGINACIÓN
La población de Macondo fue fundada por José Arcadio Buendía y los miembros de su expedición; formada por varios amigos, sus esposas e hijos. Su objetivo era cruzar las montañas en dirección del occidente en busca de una salida al mar. El sitio de fundación fue aquel lugar donde una noche, tras haber deambulado durante 26 meses, José Arcadio Buendía soñó con una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo cuyo nombre era Macondo
Macondo fue construido a orillas de un río «con un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos» Está al occidente de Riohacha, separada por una sierra casi impenetrable.
Al sur la villa limita con las ciénagas y pantanos cubiertos «de una eterna nata vegetal»; al oeste se encuentra la Ciénaga Grande, que según los relatos de los gitanos visitan Macondo cada año, es una extensión acuática sin horizontes y está habitada por sirenas de piel delicada con torso y cabeza de mujer y causan la ruina de los marineros.
Al norte, una expedición formada por su fundador primero se encontró con un terreno dócil, pero luego por mucho tiempo caminaron por pantano y selva tupida, hasta que encontraron agua, por lo que se llegó a creer que Macondo era una península.
En Macondo “se puede visitar” la casa de los Buendía, donde se desenvuelve gran parte de la trama de Cien años de Soledad ampliada sucesivas veces para albergar a los descendientes, sus cónyuges y también a visitantes. En ella está situado el laboratorio de alquimia.
- El laboratorio de alquimia de José Arcadio Buendía , que contiene la instrumentación traída por el gitano Melquíades después de recorrer los siete mares. En él pasa gran parte del día José Arcadio Buendía, primero y posteriormente algunos de sus descendientes, en trabajos de alquimia y platería.
- El cementerio, construido para enterrar al primer muerto de Macondo.
- El cuartel tomado por las fuerzas del gobierno en una de las treinta y dos guerras en las que participó el coronel Aureliano Buendía.
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